A pesar del tiempo que llevamos aquí, aún no habíamos pisado la selva en sí, es decir, entrar dentro del bosque como dicen aquí. Pues bien, este fin de semana pasado lo hemos hecho solos y tímidamente por lo que pudiese pasar.
Hemos ido por la carretera de Niefang y hemos aparcado en la orilla de los innumerables caminos que se adentran en la selva. La primera impresión es buena y gratificante. Solo pensar que estas en una de las selvas más densas y vírgenes del planeta se convierte en un gran atractivo. Aquí no hay turismo, estas tierras solo las han pisado unos pocos blancos convirtiéndose en unas tierras totalmente intactas, domadas solo por el machete del campesino.
Niño haciendo camino para cogernos una papaya |
Una vez te metes en el bosque pasas a tener nuevas sensaciones, empiezan los sonidos de la naturaleza, se oye infinidad de voces de monos, de pájaros exóticos, en fin de toda clase de animales que van huyendo según avanzas por el camino. Miras con tal asombro todo, cada uno de las cimas de los árboles en busca de algún primate, sin perder ojo por donde pisas con siempre el miedo de pisar cualquier animal que pueda atacarte.
José observando miles de hormigas |
Pudimos ver multitud de mariposas de diferentes tamaños de extrema belleza, cien pies enormes, bichos extraños y una cosa que nos llamo mucho la atención, un desfile de hormigas muy pequeñas dirigidas por otro grupo de ellas de un centímetro, muy cabezonas y haciéndonos frente con unas pinzas de un gran tamaño ¡escalofriante!
Pedro, nuestro encantador amigo |
Tuvimos la suerte de encontrarnos con Pedro, un nativo que venía de echar un vistazo a una de las pocas tierras que se cultivan aquí. Intercambiamos unas palabras y posó para nosotros con gusto.
Después de una larga travesía y haciéndose dificultoso el camino por la frondosidad de la vegetación decidimos dar media vuelta y dar por concluida nuestra primera experiencia. Un buen sabor de boca y con muchas ganas de hacer alguna travesía más intensa.
esto me da envídia.
ResponderEliminarPor cierto qué pasó con la excursión al Monte Alen?
La tenemos pendiente, el problema es que hay que pedir permiso y entre que no hay tiempo, no saben donde hay que pedir el permiso, cuando ya se sabe donde pedir permiso no saben en que calle está, vamos que una odisea. Pero ya tengo localizado el sitio y si no pasa nada esta semana pido el dichoso permiso, ya veremos que pegas nos ponen ahora.....y eso que es para pagar.
ResponderEliminarBesos