Así es Guinea

Niños jugando en la playa - Pincha para agrandar

Guinea Ecuatorial es un país de grandes contrastes,  con una cultura, tradición y costumbres africanas, pero con matices muy propias del país.

El tiempo pasa, vas alejándote del Hotel y mezclándote cada vez más con la población, no hay más remedio. Cada día conoces gente nueva de todos los rincones de este mundo, Sobre todo Cameruneses y Gaboneses, pero hay Sudafricanos, gente de Malí, Filipinos, Chinos, Libaneses, Sudamericanos y Europeos, siendo los que más abundan y más queridos los Españoles. La verdad es que algunos nos aprecian y otros nos odian, somos blancos es así. Tienen nuestro idioma, nuestra religión, muchas costumbres nuestras, incluso todos son del Madrid o Barça, dando por hecho que son los dos mejores equipos del mundo y festejando las victorias a lo grande como se hace aquí en España.

Ya voy viendo las cosas de otra manera y me voy acostumbrando a ver las calles llenas de gente con un color de piel que no es el nuestro, me voy acostumbrando al calor tan intenso que hace que estés todo el día literalmente sudando; a chocar los cinco con las manos todas sudorosas; a los olores variopintos que existen por toda la ciudad; a llevar a casa los pantalones llenos de barro hasta los bolsillos; a las comidas que en algunas ocasiones están riquísimas y en otras no tanto; a moverte por la ciudad sin perderte; a esquivar los policías o incluso a ignorarlos y hacer como si no los hubieses visto; a ver los perros moviéndose por las calles en bandadas o solos, pero la mayor parte de ellos lesionados pro atropellos o por maltratos de parte de la población; a moverse por el Mercado Central entre charcos putrefactos en las orillas de la calzada; a regatear cualquier precio que te den para cualquier cosa que compres, a la extrema pobreza, a oír hablar a la gente francés o fang o mezcla de español y fang ya que este último dialecto hablado en cualquier lugar tiene las palabras limitadas y las que no existen en fang, las dicen en español; a ver como la gente se mueve con tanta parsimonia; en ver como la gente va cogiendo malaria por falta de medios; en sacar agua de los pozos, porque aquí solo hay cuatro grifos en todo el país; a las lluvias torrenciales;  en coger taxis destartalados y además compartirlo con gente de la población que ni siquiera te saludan cuando entran en él; a ver las calles llenas de coches accidentados que no retiran en su momento;  en fin, no hay día que no te sorprenda algo nuevo y cada día uno se encuentra más “cómodo” y con ganas de seguir aquí.

Mañana nos vamos a Utonde a darnos un bañito en la playa, si venimos pronto os subiré unas fotos.