domingo, 17 de abril de 2011

Nsang

Ruta a Nsang - Pincha para agrandar














Allá en el año 97, fue la primera vez que pisamos Africa e hicimos una ruta desde Dakar hasta la mismísima Casamance, tierra de fuertes contrastes paisajístico, desde la más árida de las tierras al norte, pasando por extensos campos de baobad y llegando al sur para disfrutar de una frondosa vegetación. Mi único deseo desde entonces, era conocer el centro de África y sabía que no me iba a defraudar e iba a ser todo un deleite para la vista, pero realmente no sabía todo lo que me iba a encontrar hasta pisar este lugar de tierra roja con una exuberante vegetación que hace que sea literalmente impenetrable  y eso que todavía no he conseguido alejarme un palmo de las carreteras y adentrarme por el interior. No tengo duda que me espera uno de los paisajes más vírgenes y bellos de este planeta.


El viernes tuve la suerte de visitar Nsang, aldea situado a 46 kilómetros de Micomeseng y este a su vez a unos 125 kms de Bata. Fuimos a ver la Delegación de Gobierno, una obra que andaba parada desde hace un tiempo y situada a las afueras de este pequeñísimo pueblo.
Río Abia - Pincha para agrandar
Salimos de la oficina sobre las doce de la mañana dirección a Akok con intención de dejar a Tomás, Encargado General de una obra que se está realizando en esta pequeña aldea. Después de dejarlo en la plaza del pueblo con un colchón de flores comprado en un comercio chino, una mesa plegable de camping, cuatro sillas un poco endebles, una bombona de gas, unos cuantos litros de agua y una maleta con algo de ropa, fuimos rodeados por varias personas, todas ellas con diferentes intereses y en busca de algo que les dé sentido a sus  vidas. Claudio que así se presentó me dio un fuerte apretón de manos y sin soltarme no paraba de chapurrearme un castellano poco fluido y con un grado importante de alcohol en la sangre y expulsando de vez en cuando algún “felipillo” que otro.  Francisco me rogaba afanosamente que le diese un trabajo en la obra del pueblo, único recurso económico actual de la zona; aquí en el interior su principal aportación es “carne del bosque” así llamado por ellos, entendiendo por ello cualquier animal que se cruce en sus caminos. Una mujer treintañera, con una sonrisa de oreja a oreja, que no paraba de nombrar el nombre de “Rafa” a nuestro jefe de obra y que al ser blanco, no podía ocultar el fuerte interés que sentía  por él con la intención de hacerlo miembro de la familia, pero lo más gracioso era que la madre de esta mujer, probablemente con más de 60 años a cuestas y que estaba enfurruñada porque su” yerno” no le hacía caso y veía como esta vez, sí se marchaba sin pagarle un litro de vino de Don Simón.

Familia de Akok - Pincha para agrandar
Después de hacer unas fotos con permiso de la población tuvimos que salir por patas para dejar de ser avasallados y apresurarnos con la intención de llegar a Nsang antes de que se  hiciese de noche.
Como de costumbre, la hora de la comida se nos pasó ya que no había nada de nada por el camino y como no, dábamos de vez en cuando un traguito de agua con la intención de apaciguar el hambre.

Aldea de Akok - Pincha para agrandar
Una vez soltamos la carretera asfaltada y empezamos con los caminos de arcilla, tuvimos la mala suerte de sufrir un fuerte aguacero que no nos dejó hasta llegar a Bata sobre las ocho de la tarde. El vehículo se las veía y prometía en algunos puntos de la carretera y siempre con el temor de quedarse tirado y tener que hacer noche en el coche en el medio de este frondoso bosque. Recogimos varias personas por el camino, algunas cargadas con grandes cestos que llevan en la espalda y sujeto en la frente por medio de una tira.

Camino a Nsang - Pincha para agrandar
Una vez llegado al pueblo, la tormenta seguía con gran fuerza y nos sorprendió ver, a pesar de la fuerte lluvia, grupos de niños jugando al futbol e incluso jugando a dar barrigazos contra un suelo de hormigón repleto de agua de lluvia.

Niños en Nsang - Pincha para agrandar
Vimos la obra con mucha prisa ya que la luz estaba desapareciendo detrás de esas nubes negras como el carbón. De vuelta a Bata y derechos a cenar algo antes de irnos a casa. Un día largo, pero lleno de emociones en un país virgen que promete mucho.

4 comentarios:

  1. Me meo de la risa con la foto de los niños, jajajjajajaja, es que además tienen una cara de estár disfrutando que no veas, te dan ganas de ponerte a darte de barrigazos con ellos.
    El pais me parece precioso, esa vegetación tan abundante, los rios, las montañas, todo lo que debe haber en el interior no hay que perdérselo, eso sí, cuando vayamos hay que ir con provisiones, que yo cuando tengo hambre y bebo agua me sale un enanito de dentro que me dice " ¿estás tonta o qué?".
    Estás guapo que te mueres en la foto, te echo de menos, guapooooooooooooooooooo.
    Un beso grande.

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  2. Espectacular el paisaje y los crios graciosísimos.
    Todos te echamos de menos, aunque seguro que menos que Tu mujé.
    Besos.

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  3. Muy bien amigo, parece que ya le vas cogiendo gustillo.
    Los comienzos son duros...y mas allí, ánimo que nada de tiempo tienes allí a TU MUJE, y seguro que se hace mas llevadero.
    Saludos y sigue así, grande noooo ENORMEEEE.

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  4. Buena crónica si señor, sigue asi que lo haces bien y nos pones al dia.

    Mooi Africa,ek hou van !!

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